En primer lugar, debemos tener presente que nuestra piel está sometida diariamente a la radiación ultravioleta (UV) del sol, algo beneficioso para ella. Pero ¿Y si la exposición al sol es excesiva y nuestra piel no está fotoprotegida? Es entonces cuando pueden surgir problemas inflamatorios, problemas de disminución de la capacidad de defensa de nuestra piel, y problemas con nuestro ADN (o DNA) que es donde se encuentra toda la información necesaria para que, simplemente, nuestras células puedan vivir.

 

Cuando la radiación solar UV altera el ADN de las células de la piel, el organismo desarrolla una maquinaria para reparar el daño causado, pero a veces, por unas u otras circunstancias, la reparación no es suficiente y finalmente la célula puede quedar alterada. En los peores casos se pueden producir proliferaciones descontroladas de las células dañadas y tener un final fatal: el cáncer de piel.

 

Actividad de la vitamina B3

Un estudio desarrollado por la Universidad de Sídney y el Instituto del Melanoma Australiano ha puesto de manifiesto que la vitamina B3 puede ser útil en la prevención de determinados tipos de cáncer de piel, principalmente en pacientes que se encuentran en riesgo elevado. ¿Y qué propiedades le dan a la vitamina B3 esta prestigiosa posición?

 

• Útil en queratosis actínica: es una enfermedad de la piel que se considera precursora del carcinoma de células escamosas (un cáncer de piel). Por eso, pacientes con queratosis actínica están en riesgo de sufrir cáncer de piel, y aún más si se trata de personas de fototipos I y II (personas con el color de la piel muy claro). En estas personas, la administración diaria de vitamina B3 reduce el riesgo de aparición de cáncer de piel hasta un 35%.

 

• Repone la energía celular: la radiación UV disminuye la producción de energía por parte de nuestras células de la piel. Gracias a la vitamina B3 se favorece la obtención de energía de nuevo, restaurando los niveles normales de energía celular.

 

• Promueve la reparación del ADN: la vitamina B3 reduce los efectos inflamatorios que puedan estar implicados en el desarrollo del cáncer de piel. Además, en queratinocitos y melanocitos estimula la obtención de nuevo ADN como respuesta a un daño anterior en el material genético.

 

• Reduce la inmunosupresión producida por radiación UV: así, la vitamina B3 ayuda a que nuestras defensas no se vean alteradas tras la exposición a la radiación y podamos responder de manera normal frente a cualquier agresión.

 

• La vitamina B3 mejora la función barrera de la piel.

 

Un último consejo para que puedas mantener tu piel en las mejores condiciones

La vitamina B3 se encuentra en alimentos como pescado, huevos, cereales y legumbres. Así podrás cuidar tu dieta para tener una piel en las mejores condiciones. Tampoco te olvides nunca de un fotoprotector para las zonas de tu cuerpo más expuestas a la radiación (cara, cuello, pies…) incluso en invierno, aunque no pasemos calor, la radiación UV del sol excesiva puede pasarnos factura.