Hemos oído hablar durante la última década de los llamados ‘’sustitutos de los estrógenos’’ y los múltiples beneficios que supone tomarlos como parte de nuestra dieta de forma habitual y los múltiples beneficios que traen a la salud. Pero, ¿qué se sabe acerca de ellos y por qué son tan eficaces?

Estas biomoléculas están representadas por tres protagonistas que son las isoflavonas, los cumestranos y, por último, los lignanos todos ellos se pueden obtener de las semillas y brotes de soja, cereales, legumbres, verduras, algunos tés e incluso bebidas como la cerveza y el vino.

Aunque su estructura molecular es diferente a la de los estrógenos animales, curiosamente, son capaces de ejercer efectos similares a éstos, al unirse a los receptores celulares de los estrógenos provocando una serie de efectos importantes en el organismo.

• Efecto antiaterogénico reduciendo los niveles de colesterol malo o LDL en sangre.
• Previniendo la osteoporosis por inhibir la destrucción del hueso por parte de los osteoclastos (células liberan el calcio del hueso hacia la sangre para mantenerlo en niveles adecuados).
• Previene los sofocos, sudores nocturnos y cambios de temperatura asociados al climaterio.
• Acción antitrombótica, es decir, evita la agregación plaquetaria para evitar la aparición de coágulos que posteriormente se transformen en trombos. 

Para que notemos todos estos efectos potenciados, es recomendable complementar los fitoestrógenos con el ácido omega 3 γ-linolénico muy abundante en el aceite de dos plantas que son la onagra y la borraja, especialmente a nivel de regulación hormonal femenina. Por ello, en laboratorios Anroch hemos lanzado un producto el Menofarma que contiene ambos componentes, muy útil para reducir los efectos asociados al climaterio como son los sofocos, cambios de temperatura, la retención de líquidos o la pérdida de densidad ósea.